
Morelia, Mich., a 4 de enero.- Fue sentenciado a 23 años de cárcel un homicida, que privó de la vida a su compañero de parranda de varias heridas producidas con un arma blanca en el 2007.
Se trata de Germán Acosta Coria y/o Felipe Germán Acosta Coria, de 22 años de edad, quien se encuentra relacionado en el proceso penal número 198/200, del Juzgado de Primera Instancia Penal del Distrito Judicial de Pátzcuaro, por el delito de homicidio, cometido en agravio de Pablo Medina Medina.
Sobre los hechos que originaron su captura el pasado 17 de agosto del 2009, se sabe que el día 14 de septiembre del 2007, el ahora detenido en compañía del ofendido y de otro amigo, se encontraban en la localidad de Quiroga, a bordo de una camioneta marca Chevrolet, ingiriendo bebidas embriagantes.
Alrededor de las 00:00 horas, los tres amigos decidieron continuar su parranda en la población de Pátzcuaro, por lo que se dirigieron a la mencionada ciudad; sin embargo, al ir circulando por la rúa que conduce hacia dicha localidad, el conductor detuvo la marcha de la unidad a la altura de colonia San Juanito, de la localidad de Tzintzuntzan para realizar sus necesidades fisiológicas.
En esos momentos el ahora occiso quien viajaba en medio del conductor y del detenido, solicitó a este último le permitiera descender del vehiculo para realizar también sus necesidades fisiológicas. Tras dicha petición Acosta Coria comenzó a discutir con Pablo Medina, quien molesto por dicha acción le aventó cerveza al rostro.
Germán Acosta al verse agredido bajó de la camioneta para acto seguido liarse a golpes con el hoy occiso hasta que en cierto momento sacó de entre sus ropas una navaja con la que lesionó a Pablo el cual cayó al suelo gravemente herido.
Luego de esta arremetida el hoy preso continuó lesionando a su víctima con la navaja en diversas partes del cuerpo hasta privarlo de la vida; posteriormente Acosta Coria ayudado por su compañero de parranda cubrieron el cuerpo de Pablo con unas rocas para luego huir del lugar.
Tras el hallazgo de la víctima e iniciar las investigaciones al caso, agentes de la Policía Ministerial lograron requerir al inculpado a quien pusieron a disposición del agente del Ministerio Público el cual consignó ante la autoridad para que definiera su situación legal.
Fue el juez de la causa, que gracias a las actuaciones realizadas por el agente del Ministerio Público Adscrito dictó la sentencia condenatoria de 23 de años de prisión a Felipe Germán Acosta Coria.